Persiana Americana blog

sábado, septiembre 30, 2006

Slow Food v/s Fast Food


La imagen “http://www.feuer-wasser.com/bilder/Santorin%20Slow%20Food.jpg” no puede mostrarse, porque contiene errores.

SU EMBLEMA ES EL SÍMBOLO DE LA LENTITUD "El Caracol"

Es un hecho que la comida rápida o “fast food” ha invadido todos los países del mundo y ha llegado hasta los lugares más recónditos de nuestro planeta. Los arcos dorados de las hamburguesas nos dan la bienvenida aún en pequeñas poblaciones rurales, y hasta en la entrada de la Gran Muralla china nos encontramos con el famoso coronel americano que anuncia sus pollos de Kentucky. Es sorprendente y preocupante ver que en países donde hay una deliciosa comida rápida autóctona, hecha artesanalmente, como las tapas en España, los tacos en México o las pizzas y los pannini en Italia, las nuevas generaciones se sientan más atraídas por la comida extranjera preparada en serie que por los sabrosos platillos nacionales.
Pero cuando los famosos arcos dorados se instalaron en la Piazza de Spagna en Roma, un periodista italiano, Carlo Petrini, dijo “Basta” y organizó una asociación llamada “Slow Food” o comida lenta, con la intención de salvaguardar las tradiciones nacionales amenazadas por la invasión de comida rápida extranjera. La Slow Food es una organización internacional que busca resguardar los placeres de la mesa. Sus ejes son la protección de la cultura gastronómica, la biodiversidad y los productos tradicionales en riesgo de extinción. Fue fundada en 1986 en Bra, ciudad del norte de Italia, casi como una quijotada sibarita. Hoy cuenta con 80 mil miembros en más de 100 países. Y Chile, tan lejos, tan cerca, no está ajeno. Francisco Klimscha - chef y sommelier, con un largo currículo de estudios y experiencia laboral en distintos países- es el representante de la naciente Slow Food en Chile. Su labor está recién comenzando, pero ya cuenta con un importante paso: tras dos años de investigación, fue el encargado de preseleccionar los productos locales que podrían integrar la categoría de "Baluartes" o "Presidium" que rescata esta asociación.
La frutilla blanca de Purén, los recursos marinos de Juan Fernández, los huevos azules de la Novena Región, las ostras de borde negro de Chilhuapi (Calbuco) y el redescubierto merkén fueron los que se presentaron en el Salón del Gusto que se realizó a fines del año pasado en Turín. Y no es una nominación ad-honorem. La calidad de "Baluartes" implica una seria selección, la estandarización de sus normas de producción, cierto grado de protección y su eventual presencia en algunos de los más importantes restaurantes de todo el orbe.
Como emblema se escogió el caracol, símbolo de la lentitud, que se usa como amuleto contra la rapidez, obsesión del mundo en que vivimos, donde muchas veces no tenemos tiempo ni de sentarnos a comer y por ello vamos a un “Fast Food” a ingerir cualquier cosa para tener energía para seguir corriendo. Desde su fundación hasta la fecha “Slow Food” ha estado presidida por Carlo Petrini. Los miembros de “Slow Food” se oponen al ritmo de vida en el que no se dedica el tiempo necesario para comer bien y para compartir la comida con familiares o amigos. Consideran que hay que apreciar lo que se come y se bebe, y que la comida debe ser un rato de grata convivencia. Si te interesa asociarte :
- Recibiras el documento personal de Slow Food (dos si haces la suscripción familiar)
- entras a formar parte de una grande y variada comunidad internacional
- entras a formar parte de una comunidad más pequeña que se denomina Convivium, y organiza cenas, degustaciones, reuniones y eventos
- apoyas a la Universidad de Ciencias Gastronómicas de Pollenzo y Colorno, la primera y única en el mundo dedicada a estas temáticas- participas en todos los acontecimientos Slow Food a nivel local, nacional e internacional
- recibes cuatro números de Slow, mensajero de gusto y cultura
–La revista internacional de Slow
- contribuyes a salvar la biodiversidad con una cuota de tu suscripción que pasa directamente a la Fundación Slow Food por la biodiversidad
- ayudas a los Baluartes Slow Food en todo el mundo, salvando razas animales, variedades vegetales, productos tradicionales- impulsas una nueva agricultura, respetuosa con el ambiente, el hombre y el gusto
- suscribes nuevos y diferentes proyectos de educación en las escuelas y en la sociedad Si deseas contactar…
Slow FoodVia della Mendicità Istruita 812042 Bra (Cn) - ItaliaTel. +39 0172 419611Fax +39 0172 421293E-mail international@slowfood.com o visita : www.slowfood.com
Fuente : Slow Food

En nuestro País :

"Sea de pie ante un asador, de rodillas sobre un tatami o sentado en un restaurante elegante, comer es imprescindible para vivir. Mejorar la calidad de nuestros alimentos y dedicar tiempo para disfrutarlos es una manera sencilla de infundir alegría en nuestras vidas cotidianas".
Estas sencillas palabras son parte de la filosofía del movimiento Slow Food que tiene su base en Italia y que en Chile está representada por el chef Toque Blanche y sommelier Francisco Klimscha, quien ofició de anfitrión en la cena anual que esta organización realizó en Chile tras cuatro años de trabajo.
El evento se realizó en el restaurante Alkimia y sirvió para conocer el trabajo efectuado, al igual que a los pequeños productores chilenos que presentarán parte de sus productos en el "Salone del Gusto" que se efectuará en octubre de este año en Turín, Italia.
Allí huevos azules, ostras de borde negro de Calbuco, langostas de Juan Fernández, brotes de bambú, frutilla blanca de Purén, merquén, papas y ajos chilotes, digüeñes, changles, quínoa negra, murta, porotos pallares, piernas de cerdo ahumado y sal de Pichilemu, entre otros, participarán en esta importante feria en la que participan 1.500 productores agroalimentarios de todo el mundo, además de 1.000 chefs y cerca de 200 universidades
Con el fin de también dar a conocer estos productos en el país, la gastronomía de la cena fue elaborada con los alimentos que viajarán a Turín, entre los que destacaron un hermoso buffet de ostras, chips de papas chilotas de colores, brotes de bambú con vidriola ahumada, y vidriola y breca de la isla Juan Fernández.
La ocasión sirvió para presentar un plan piloto que compromete a los restaurantes de Santiago a mantener en sus cartas los productos "baluartes" del slow food chileno como las frutillas blancas de Purén, el merquén, las ostras de borde negro de Calbuco, la fauna marina de Juan Fernández y los huevos azules.


 
ecoestadistica.com