Viñas en el Artico

Una viña en el Ártico, que produce vinos merlot, chardonnay y vidal son cultivadas a sólo 800 kilómetros al sur del Círculo Polar, en un pequeño viñedo situado entre lagos y frondosos bosques, gracias a la visión del sueco Goran Amnegard, quien llevó consigo un libro sobre cómo hacer vinos y unas 1.500 parras de uva cuando regresó a su país desde Canadá, hace cinco años, y plantó lo que sería el viñedo comercial más al norte del planeta. Amnegard compró una granja de 325 hectáreas de cultivos de cereales en el centro de Suecia y luego alambró una hectárea de tierras pedregosas en declive, mientras sus parras canadienses estaban en cuarentena. También, en un establo de vacas del siglo XVII, con paredes de más de un metro y medio de espesor, instaló tanques de metal y barriles de madera para almacenar el vino. Cuatro temporadas después ha duplicado la cantidad de hectáreas cultivadas, produce 25.000 botellas de vino, y gana suficiente dinero como para financiar otros proyectos, entre ellos la conversión de una vieja granja en un restaurante de categoría, donde se propone ser el jefe de cocina. "No tenía dudas de que iba a funcionar", expresó Amnegard, parado en su frío granero junto a las botellas de vino. "Uno de mis vecinos me preguntó por qué pensaba que iba a tener éxito fabricando vino cuando nadie lo había tenido, y le dije que era porque nadie más lo había intentado".

Si el clima frío y lluvioso es una desventaja, los días largos del verano -incluso a la medianoche hay un resplandor en el horizonte occidental- apresuran la maduración de las uvas, y la fuerte caída de las temperaturas de la noche realza los azúcares naturales, explicó Amnegard.

Fuente: Ap

Este es un claro ejemplo de emprendimiento e innovación, este sueco se creyó el cuento y se fué a instalar "contra todo y contra todos" al Artico con sus Parras de uva, en gran medida lo hizo por necesidad ya que Amnegard y muchos pequeños agricultores suecos pasaron momentos muy difíciles debido a la creciente competencia con los supermercados, estos al igual a lo que ocurre en Chile compraban productos de otros paises , razón por la cual los precios de los alimentos suecos habían caído por debajo de lo que se consideraba un nivel rentable. Por otro lado este ejemplo demuestra que las Parras de Uva son tan leales que se podrían instalar en cualquier parte de nuestro territorio nacional y que si existieran tipos tan jugados como el sueco, nuestra agricultura con sus pequeños agricultores al menos podrían estar en mejores condiciones.